Hacé la polenta como dice el paquete. Mezclando siempre, bla bla, si es con leche mejor que agua. Cuando está, estirala en una bandeja con una espátula, o placa con bordes, que te entre en la heladera. Si tenés ganas de hacerla bien, tapala con film en contacto.
Cuando se enfrie, cortala en porciones. Triángulos, círculos con un sacabocado, o cuadrados con una espátula. Sartén a calentar. Cuando está bien caliente, oliva y la porción de polenta a la sartén. Ponele mucha delicadeza, porque es bastante sensible la polentita. Dejala un ratito y dala vuelta. Que quede dorada. Y listo.
ponele mucho queso, y salsa. Podría decirte cómo hacerla, pero no te compliques. Ya bastante con lo otro. Comprá la latita y calentala en una cacerolita a fuego bajo. O tenela hecha y al microóndas.
Acompañala con rúcula en un platito aparte.
Si querés, salteá cebolla. Salpimientá, y agregá un toque de azucar y antes que se queme (si ves una quemadita, apagá el fuego), mezclala con la polenta antes de ponerla en la placa para la heladera.
Si tenés que hacer muchas, prendé el horno, y a medida que sacás una, dejala en una bandejita en el horno, así no se enfría. Horno bajito, y no mucho tiempo, porque se seca todo y es un bajón. Pero se me acaba de ocurrir que le podrías poner el queso acá y un poco de mateca o aceite y mandarla al horno, así gratina. Fijate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario