Fácil. Lechuga morada, rúcula (lavá y secá bien. Secá mejor de lo que laves). Champis (limpialos con un trapito húmedo, nada más). Morrón asado. Tomates cherry. Tiras de pan tostado. Sésamo negro tostado. Palta.
No voy a explicar todo esto, ya deberíamos saber. Asá el morrón, cortalo en tiras y cada tira a la mitad. Cherrys, cortalos en cuartos a lo largo. Le lechuga morada cortala con la mano. Que quede grande. JAMÁs cortes con un cuchillo estas cosas, no seas mersa. La rúcula entera. Los champis: Cortalos a la mitad y saltealos un rato. Dejalos quietos, que doren y dejalos en un platito. Podés saltearlos con un poco de ajo, y agregarle una provensal también al final (perejil y ajo). Tostá el sésamo: en una sartén bien caliente, tirá las semillitas adentro, sin aceite ni nada. A los 10 segundos tapá y bajá el fuego. A los 30 apagá. Por qué la tapa? Porque empieza a saltar y la cocina te va a quedar como un dálmanta o algo así.
Armá la ensalada mezclando todo en un bowl grande. Mezclá con las manos. Mientras tostá el pan en una plancha con un poco de aceite. Cortalo en rodajas y cada rodaja a la mitad, a lo largo. Quedan como dedos.
Cortá la palta y cortala en cubitos.
A la ensalada agregale aceto, apenas de vinagre, y oliva. Sal y pimienta. El sésamo. Mezclá bien. Serví con dos cucharas o pinza. Arriba al medio tirá los champis, que caigan como caigan. Eso lo aprendí en el restorán. Poné a un costado las tiritas de pan tostado. Acompañá con un buen tinto y un poco de Folklore.
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El Refugio. Sala de ensayo donde fue creada.
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