martes, 9 de agosto de 2011

Levantá cualquier plato deprimente. Hacé bailar a un granadero./ Cuentito breve para un viaje en ascensor.

Con una boludez podés levantar un plato de arroz o fideos con manteca o cualquier cosa de imaginación pobre o humilde, por ponerlo en mejor término.

Todo, absolutamente todo, puede llevar rúcula. Agregá las hojas al final a un arroz, a unos fideos, a una polenta, a un puré, a unas papas fritas, a un huevo revuelto.

Siempre al final, cuando tengas lista la preparación de lo que sea que hayas hecho. Agregás la rúcula, mezclás todo y se sirve. Siempre también todo, puede llevar un toque de aceite de oliva final.

CUENTITO breve para un viaje en ascensor.

Una mina ve cocinar a un tipo en una cocina.

Mina-Por qué le ponés tanto aceite de oliva?
Tipo-Porque me re cabe.

2 comentarios: