Con una boludez podés levantar un plato de arroz o fideos con manteca o cualquier cosa de imaginación pobre o humilde, por ponerlo en mejor término.
Todo, absolutamente todo, puede llevar rúcula. Agregá las hojas al final a un arroz, a unos fideos, a una polenta, a un puré, a unas papas fritas, a un huevo revuelto.
Siempre al final, cuando tengas lista la preparación de lo que sea que hayas hecho. Agregás la rúcula, mezclás todo y se sirve. Siempre también todo, puede llevar un toque de aceite de oliva final.
CUENTITO breve para un viaje en ascensor.
Una mina ve cocinar a un tipo en una cocina.
Mina-Por qué le ponés tanto aceite de oliva?
Tipo-Porque me re cabe.
yo consigo rúcula baby. Imaginate
ResponderEliminarjajajaja tremendo.
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