domingo, 4 de septiembre de 2016

Algo así como un pestito de berenjenas ahumadas.

Podés ir a un turco, o medioorientalero y comprarla. Todo se puede comprar. Pero mirá, comprate unas berenjenas, ponele que 1 cada 2 personas. Prendé la hornalla y apoyalas arriba del fuego, así como acostadas, como si fuesen brujas en la hoguera, o un funeral vikingo. Fuego fuerte. A los 3 minutos, giralas, o sea, le tiene que dar el fuego x todos su lados, así se achicharra y envejece digamos. Podés usar una pinza, o dos cucharas (tipo mesero old school), pero no las pinches. Esto debe tardar menos de...8 minutos. Apagá el fuego, y apoyalas en una tabla. Y hacete un vermú. Cuando enfrían un poco, abrilas a lo largo al medio y abrilas. Con una cuchara grande raspá y sacá toda la carne de la berenjena. No importa si arrastrás alguna ceniza de piel. Mejor aún. Tirá la piel, o las pieles, si hacés compost hacé compost. En esa misma tabla, sin limpiarla, picá toda la pulpa a cuchillo, ta ta ta ta ta ta, así, cuchillazos. Levantá todo eso con el mismo cuchillo y deslizalo a un bowl. Ponele aceite de oliva x arriba, un toque delicado, pizca de pimienta, pizca de sal (muy poquita), y pimentón. Tip del pimentón: Ponete en las manos, y con la punta de dos dedos andá tirando x arriba. No mandés una cucharada. Más delicadeza por favor. Ya tuvo bastante rusticidad la berenjena directo al fuego. Ah, sí, esto sirve para cualquier cosa. Para poner arriba de una carne va recontra joya, o de entradita para untar (ya fue, ya recontra fue, el casancrem con cibulet). //Ya sé que se escribe ciboulette, pero escribamos como hablamos.

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